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jueves

El Propóleo (Propolis)


Se utiliza desde hace 3.000 años. Los sacerdotes del antiguo Egipto lo conocían como ungüento o crema para embalsamar. De hecho, lo utilizaban para conservar las víscera de los faraones. Después lo utilizaron los griegos como remedio para las infecciones de la piel, llagas y supuraciones.


¿Que es el propóleo?

El propóleo o propolis es una sustancia resinosa, de consistencia viscosa, que las abejas obtienen de las yemas de los árboles y de algunos vegetales, a través de su mandíbulas para luego terminar de procesarla al interior de la colmena con sus secreciones salivares.
La obtienen generalmente de especies como: el sauce, castaño, roble pino, cerezo, álamo, abedul, alibo, enebro y algunas plantas herbáceas.
Las abejas utilizan el propóleo para recubrir las paredes de la colmena y mantenerla libre de bacterias, hongos y otros gérmenes.
La colmena, por lo tanto de hecho, es uno de los lugares mas estériles conocidos en la naturaleza.

Es un antibiótico natural.

Propiedades del Propóleo (Propolis):

- Bactericida y bacteriostática.
- Antifúngico. Antiparasitario y antiprotozoos.
- Analgésico y anestésico. Cicatrizante.
- Estimulante de la inmunidad.
- Antitumoral. Antioxidante. Desodorante.
- Antidepresivas.
- Antiinflamatorias y antirreumáticas.
- Protector de la circulación, permeabilidad y fragilidad capilar.
- Antitrombóticas.
- Protector de la mucosa gástrica. Estimulante de la osteogénesis.
- Regulador y estimulante tiroideo.

Enfermedades en las cuales se utiliza el propóleo:

1.-Garganta, boca, vías respiratorias y oídos : anginas, faringitis, rinitis, sinusitis, laringitis, asma, aftas bucales, abscesos, resfriados y gripes, tos, tuberculosis, neuritis de los nervios auditivos, otitis media aguda, inflamaciones del oído medio.
2.-Estomago y colon: úlcera gástrica (es de gran ayuda para combatir a la bacteria "Heliocobactes Pylory" que se cree que es la responsable de esa enfermedad), divesticolitis, gastritis, enfermedad de Crohn y diarreas de candidiosis intestinal.
3.-Ginecología: llagas uterinas , inflamaciones vaginales y picazones. Para estos casos son muy buenos lo lavados de propóleo diluido en agua .
4.-La piel: micosis u hongos de la piel, llagas, ulceraciones y alergias, acné, sabañones, psoriasis, dermatitis de etiología bacteriana, micotica o viral, manchas en la piel, estrías (para prevenirlas), leprosis.
5.-Sistema nervioso: estados depresivos, insomnio, nerviosismo.
6.-Afecciones reumáticas: poliartritis, osteoartritis, artritis remautoide, artrosis, lupus, cardiopatías reumáticas.
7.- Afecciones tiroideas: Bocio difuso, bocio nodal, bocio mitótico y bocio congénito. Obesidad asociada a hipotiroidismo.
8.-También se le utiliza en el cáncer por tener el poder de frenar el proceso canceroso separando las células dañadas para que el proceso no continué.

Precauciones:
En asma bronquial alérgica no es conveniente utilizar este producto puede empeorar los síntomas.


Efectos sinergéticos
El derivado hidrosoluble del propóleo tiene un efecto más pronunciado que el efecto producido por cada componente aisladamente. También el propóleo presenta efectos sinergéticos con tratamientos de quimioterapia potenciando el efecto del tratamiento químico y reduciendo los efectos secundarios nocivos de éste.
Conclusión
Estimamos que existen suficientes pruebas científicas para validar la actividad anticancerígena del propóleo y su uso en la prevención, y tratamiento alternativo o como ayuda a los tratamientos convencionales contra el cáncer.
Se comercializa envasado como extracto, spray, gotas, aceites, comprimidos, cremas o utilizado en cosméticos y otros productos farmacéuticos.
Debe mantenerse en un lugar fresco y seco.




El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. El te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás Y verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón. Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.
Amén

Oración al Corazón Divino de Jesús por un enfermo





Dulcísimo Jesús, que dijisteis:
"Yo soy la Resurrección y la Vida", que recibiendo y llevando en Vos nuestras enfermedades, curabas las dolencias de cuantos se te acercaban;
a Ti acudo para implorar de tu Divino Corazón a favor de los enfermos, suplicándote por intercesión de tu Santísima Madre, la bienaventurada siempre Virgen María, salud de los enfermos, quieras aliviar y sanar en la presente enfermedad a tu siervo....., si es conveniente para su bien espiritual y el de mi alma.
Señor Jesús, que al funcionario real que te decía: "Venid, Señor, antes que mi hijo muera", le respondisteis: "Vete, tu hijo vive".
Sánalo, Señor.
Señor Jesús, que al ciego de Jericó, que sentado junto al camino te decía en alta voz: "Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí", le respondiste: "Recupera tu vista, tu fe te ha salvado", y al momento vio.
Sánalo, Señor.
Señor Jesús, que diciendo: "Quiero, sé limpio", limpiaste al leproso, que te decía suplicante: "Señor, si quieres puedes limpiarme".
Sánalo, Señor.
Señor Jesús, que librasteis al mudo poseído del demonio, hablando luego con admiración a las turbas el que antes era mudo.
Sánalo, Señor.
Señor Jesús, que sanaste al enfermo que llevaba treinta y ocho años de su enfermedad, junto a la piscina de las ovejas, diciéndole: "Levántate, toma tu camilla y anda" y anduvo. Sánalo, Señor.
Señor Jesús, que delante del hijo muerto de la viuda de Naím, enternecido, dijiste a la madre: "No llores"; y tocando el féretro, añadiste: "Joven, a ti te digo, levántate"; entregándolo luego vivo a su madre.
Sánalo, Señor.
Señor Jesús, que dijisteis: "Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados". Sánalo, Señor.
Señor Jesús, que dijisteis: "En verdad, en verdad te digo, que todo cuanto pidieras al Padre, en mi Nombre, os lo dará".
Sánalo, Señor.
Omnipotente y sempiterno Dios, eterna salud de los que creen, escúchanos en bien de tus siervos enfermos, por quienes imploramos el auxilio de tu Misericordia; a fin de que recobrada la salud, te den en tu Iglesia ferviente acción de gracias. Por Cristo Nuestro Señor. Así sea.