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lunes

El orégano


Propiedades curativas

El orégano es un estimulante del estómago y muy indicado cuando hay pérdida del apetito, digestión laboriosa y flato.

Igualmente, es carminativo, antiespasmódico, expectorante (especialmente en los casos crónicos de bronquios y en el asma). antiséptico, diurético y sudorífico, ayudando a eliminar las toxinas del organismo. Es un buen tónico se emplea mucho en los casos de anemia

El orégano es, de hecho, una de las plantas más eficaces para combatir insomnio, estrés, excitaciones febriles y agotamiento nervioso.

Además, en su uso externo, alivia notablemente los dolores reumáticos y articulares, tanto agudos como crónicos e inclusive se utiliza en preparaciones para combatir la celulitis


Remedios populares con orégano

Remedio popular #1: En los casos de problemas digestivos, se recomienda tomar una taza de infusión de orégano. Para ello se debe usar de 2 a 3 gramos en un litro de agua. Se debe tomar en cada comida, antes o después. Igualmente, en estos casos se puede emplear en la elaboración de los alimentos y en las ensaladas

Remedio popular #2: Contra el insomnio y al sufrir estados de estrés, se debe beber una taza de la infusión arriba expuesta antes de acostarse.

Remedio popular #3: Para los casos de bronquitis, resfriado, angina, asma, se recomienda su uso en vahos. Para ello, se debe tomar una cucharadita de orégano por taza y dejar que hierva. Luego se coloca la olla aún caliente en el cuarto del enfermo para que pueda liberar la nariz de mucosidad y sus vías respiratorias.

Remedio popular #4: Para los dolores reumáticos y articulares, se puede aplicar fomento Para ello se debe extraer el zumo, machacando la planta con una tela fina y luego aplicar dicho jugo sobre las áreas afectadas.

Remedio popular #5: En uso externo, puede utilizarse contra las aftas, infecciones e inflamaciones de la boca mediante buches mediante 2 a 3 gramos de orégano en un litro de agua. Inclusive se puede utilizar como dentífricos naturales.

Precauciones

El orégano es un remedio fuerte y aromático no se recomienda, por ello, su uso en las mujeres embarazadas ni los niños.

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El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. El te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás Y verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón. Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.
Amén

Oración al Corazón Divino de Jesús por un enfermo





Dulcísimo Jesús, que dijisteis:
"Yo soy la Resurrección y la Vida", que recibiendo y llevando en Vos nuestras enfermedades, curabas las dolencias de cuantos se te acercaban;
a Ti acudo para implorar de tu Divino Corazón a favor de los enfermos, suplicándote por intercesión de tu Santísima Madre, la bienaventurada siempre Virgen María, salud de los enfermos, quieras aliviar y sanar en la presente enfermedad a tu siervo....., si es conveniente para su bien espiritual y el de mi alma.
Señor Jesús, que al funcionario real que te decía: "Venid, Señor, antes que mi hijo muera", le respondisteis: "Vete, tu hijo vive".
Sánalo, Señor.
Señor Jesús, que al ciego de Jericó, que sentado junto al camino te decía en alta voz: "Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí", le respondiste: "Recupera tu vista, tu fe te ha salvado", y al momento vio.
Sánalo, Señor.
Señor Jesús, que diciendo: "Quiero, sé limpio", limpiaste al leproso, que te decía suplicante: "Señor, si quieres puedes limpiarme".
Sánalo, Señor.
Señor Jesús, que librasteis al mudo poseído del demonio, hablando luego con admiración a las turbas el que antes era mudo.
Sánalo, Señor.
Señor Jesús, que sanaste al enfermo que llevaba treinta y ocho años de su enfermedad, junto a la piscina de las ovejas, diciéndole: "Levántate, toma tu camilla y anda" y anduvo. Sánalo, Señor.
Señor Jesús, que delante del hijo muerto de la viuda de Naím, enternecido, dijiste a la madre: "No llores"; y tocando el féretro, añadiste: "Joven, a ti te digo, levántate"; entregándolo luego vivo a su madre.
Sánalo, Señor.
Señor Jesús, que dijisteis: "Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados". Sánalo, Señor.
Señor Jesús, que dijisteis: "En verdad, en verdad te digo, que todo cuanto pidieras al Padre, en mi Nombre, os lo dará".
Sánalo, Señor.
Omnipotente y sempiterno Dios, eterna salud de los que creen, escúchanos en bien de tus siervos enfermos, por quienes imploramos el auxilio de tu Misericordia; a fin de que recobrada la salud, te den en tu Iglesia ferviente acción de gracias. Por Cristo Nuestro Señor. Así sea.